Capitulo 1:

Andrés F. Arias y AIS

En el verano de 2002, y después de terminar sus estudios de doctorado en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Andrés Felipe Arias entró a formar parte del equipo económico del entrante Presidente Álvaro Uribe Vélez. Esto no sorprendió pues desde el año 2000 Arias le venía ayudado a Uribe con documentos sobre diversos temas programáticos – económicos que utilizó durante su campaña. Tras la victoria electoral Arias fue designado como Director de Política Macroeconómica del Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Desde esa cartera Andrés Felipe Arias se convirtió en uno de los principales arquitectos de las profundas reformas económicas de los dos primeros años de la era Uribe.

Luego, en 2004, Arias fue nombrado por Uribe en el cargo de Viceministro de Agricultura. El Presidente le encargó la difícil tarea (por lo extremadamente sensible del tema) de estructurar los acuerdos de la mesa agrícola en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLC) que en ese entonces se negociaba entre Estados Unidos y Colombia.[1]. Un año más tarde (2005) el Presidente Uribe designó a Arias como Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia. En ese momento le encomendó, por un lado, cerrar (con el delicado equilibrio doméstico y externo que ello requería) la negociación de la mesa agrícola del TLC con Estados Unidos (condición necesaria para que pudiera cerrarse todo el acuerdo) y, por otro, diseñar y estructurar la adecuada implementación del capítulo agropecuario y sanitario del Tratado[2].

La negociación del TLC entre Estados Unidos y Colombia se cerró finalmente en en Febrero de 2006. Dado el desafío de un comercio agrícola que, debido al TLC, iba a estar cada vez más liberalizado entre los dos países, y teniendo en cuenta que el gobierno norteamericano subsidiaba voluminosamente a sus productores agropecuarios (Farm Bill), el Presidente Uribe le pidió a su equipo económico que desarrollaran un programa destinado a apoyar el sector agropecuario colombiano con el fin de incrementar su competitividad, nivelando así el campo de juego con los productores norteamericanos.

Así las cosas, bajo la dirección del Ministro Arias y en coordinación con muchas otras agencias gubernamentales (Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Departamento Nacional de Planeación, Ministerio de Hacienda y Crédito Público, etc.) y con la cooperación de la propia Embajada de los Estados Unidos, el gobierno del Presidente Uribe diseñó un programa técnicamente sólido que fue denominado “Agro Ingreso Seguro” (AIS).

En el segundo semestre de ese año mismo (2006) la administración del Presidente Uribe presentó ante el Congreso de la República un proyecto de ley para otorgarle financiación permanente al programa. Las mayorías parlamentarias apoyaron la iniciativa y la nueva ley (Ley No. 1133 de 2007) entró en vigencia en abril de 2007[3].

Naturalmente, la implementación del programa AIS comenzó en 2007, ofreciendo una amplia variedad de instrumentos de apoyo a los agricultores y empresarios del campo colombiano. Una de las tantas opciones era el otorgamiento de un incentivo por demanda (competitivo, vía convocatorias) condicionado a la instalación de un sistema de riego, replicando el exitoso modelo chileno de apoyo a la irrigación[4].

Para implementar esta modalidad de incentivo y garantizar su transparencia, el Ministerio de Agricultura buscó la cooperación técnica y científica de la Organización de Estados Americanos (OEA) a tavés de su Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (OEA – IICA). Era lo más lógico, como quiera que entre los años 1993 y 2005 el propio Ministerio había celebrado acuerdos de cooperación científica y técnica con ese organismo interamericano unas 132 veces. Así pues, semejante precedente de colaboración con el Ministerio de Agricultura y su idoneidad técnica y científica llevó a Juan Camilo Salazar, entonces director del Programa AIS, a sugerir que fuera la OEA – IICA la institución encargada de operar e implementar el módulo de riego del programa. De este modo la OEA – IICA se convirtió en el socio cooperante del Ministerio de Agricultura para el desarrollo de las convocatorias de riego de AIS en 2007, 2008 y 2009, proporcionando todo el soporte técnico y centífico necesario.

Ahora bien, cuando Andrés Felipe Arias estuvo en el Ministerio de Agricultura el Programa AIS funcionó exitosamente, brindándole apoyo a más de 380.000 productores agrícolas en Colombia, de los cuales 99% eran pequeños y medianos[5]. No en vano el representante de los pequeños productores dentro del Comité Intersectorial de AIS destacó los grandes beneficios que los pequeños agricultores estaban recibiendo con todos los módulos del programa[6]. Por supuesto, el programa nunca excluyó a los grandes productores del campo (pues AIS siempre fue concebido para mejorar la competitividad y productividad de todo el sector agropecuario), pero las condiciones fueron fijadas de tal manera que, tal como lo prueban las cifras, la mayor parte del apoyo llegara a pequeños y medianos agricultores.

Sin duda, el Programa AIS fue una de las políticas más importantes y exitosas que el Presidente Uribe y su gobierno lideraron durante su segundo mandato como Presidente de la República. Por ejemplo, gracias a todas las líneas de apoyo de AIS el Estado logró recuperar un millón de hectáreas de tierra, gran parte de las cuales venían siendo controladas por el narcotráfico y el terrorismo, para la agricultura lícita y productiva[7]. Adicionalmente, gracias a AIS el desempleo rural se redujo a niveles históricamente bajos y la producción de alimentos en Colombia aumentó como nunca antes. Debe destacarse, además, que durante su paso por el Ministerio de Agricultura ni Arias ni el Gobierno fueron acusados de irregularidad alguna en el Programa AIS (incluyendo su módulo de riego operado por la OEA – IICA). Por el contrario, el programa fue ampliamente elogiado por los representantes del sector agrícola, incluyendo, como ya se dijo, aquellos que representaban a pequeños agricultores y campesinos[8].

En efecto, los ataques y las acusaciones vendrían después, cuando Arias renunció al Ministerio de Agricultura para buscar la Presidencia de la República, convirtiéndose así en el verdadero portaestandarte, defensor y garante de la línea de pensamiento del Presidente Uribe. Como se verá a continuación, ello lo convirtió en heredero del odio emanado desde una facción corrupta y politizada de la Corte Suprema de Justicia (Capítulo 2). Pero, como se verá igualmente más adelante, también lo hizo merecedor del enojo violento, aunque soterrado, de Juan Manuel Santos, su principal rival en la aspiración presidencial (Capítulo 3). En consecuencia, a través de unos cuantos alfiles corrompidos en la Fiscalía General de la Nación, Santos impulsó la persecución y acusación en contra de Andrés Felipe Arias (Capítulo 3), de tal manera que su condena, encarcelamiento y muerte política pudiera consumarse fácilmente en el altar de una Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia plagada de corrupción y politización (Capítulo 4).